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TAL CUAL por Carmela Sánchez

"LA MÚSICA SALVÓ MI VIDA"

El lunes 13 de marzo, la Orquesta Ensemble Musicae lleva, in situ, la música a los pacientes del Hospital Universitario la Fe de Valencia.
Carmela Sánchez 2017-03-12
Gaspar Sanchis y Guillermo Martín
Gaspar Sanchis y Guillermo Martín
Orquesta Ensemble Musicae
Orquesta Ensemble Musicae
Servicio de Hematología del Hospital Universitario y P.  La Fe de Valencia
Servicio de Hematología del Hospital Universitario y P. La Fe de Valencia

Un hecho en una vida puede generar grandes resultados, esta es una historia verídica y gracias a estas historias creo en la humanidad. Gaspar Sanchis, director de orquesta ha sido muy valiente en contar lo que le sucedió y viuvalencia se siente muy honrada de transmitir su mensaje. En España no solo se cuenta con un Sistema Sanitario muy bueno y reconocido internacionalmente, sino que su cimiento es el personal sanitario que está detrás de él, en este caso es la labor impecable del Servicio de Hematología del Hospital Universitario la Fe de Valencia y en esta entrevista, del doctor Guillermo Martín.

Una historia que va unida a un proyecto que se realizará el próximo lunes 13 de marzo a través de la Orquesta Ensemble Musicae, llevando, in situ, la música a los pacientes del Hospital Universitario la Fe. Porque “nunca se sabe lo que puede derivar el simple aleteo de una mariposa...”

C.S. – ¿Qué es lo que te pasó en el 2013?

G.S. – El 5 de mayo de 2013 empiezo con un dolor de muelas terrible, ese dolor me acompaña prácticamente un año, hasta que consigo convencer que me hagan una biopsia; en la biopsia aparece un linfoma. En la Fe, el doctor Jarque vió algo que no era normal. A raíz de ahí se derrumba todo un poco porque cuando te dicen que es leucemia, que es un cáncer, piensas en lo peor. Tuve la gran suerte de encontrarme con un equipo médico fantástico en todos los aspectos y con Guillermo Martín. Empecé un tratamiento bastante duro, un mes encerrado sin ver a mi hijo, esto era lo que más me fastidiaba, luego estuve otro mes en casa y así hasta la cuarta intervención, mediante un trasplante, y a partir de ahí se solucionó todo. A pesar de lo malo que es todo esto, he sacado cosas muy buenas, conocer a gente fantástica y casi le guardo cariño a esa época.

C.S. –Después de tu relación médico-paciente. ¿Cómo surge la amistad?

G.M. – Con respeto a la enfermedad decir que era un sarcoma granulocítico, que es una enfermedad rara, rara porque es como una leucemia pero que no tiene expresión en la sangre, por eso no se puede llamar leucemia, pero sin embargo es una célula leucémica lo que está creciendo. El tratamiento es idéntico al de una leucemia aguda mieloblástica, que probablemente es uno de los cánceres más agresivos que hay actualmente, pero también es verdad que es una enfermedad que se ha considerado potencialmente curable. Nosotros, en nuestro servicio, potenciamos esa conexión con el paciente-enfermo. Potenciamos, si es posible, que sea el mismo médico que lo trate, es un proceso largo, con muchos días de hospitalización y requiere que el paciente tenga siempre una referencia a la que dirigirse en todo momento.

C.S. – ¿La fuerza de la música es “sanadora”?

G.S. – En mi caso sí, una de las cosas que sorprendía a las enfermeras era encontrar una habitación llena de partituras y libros de música. En aquel momento tuve que cancelar todo lo que tenía para el 2014, se había confirmado un contrato con la filarmónica de Marsella, posteriormente con la orquesta de Valencia, pero yo dije sí y esa motivación de poder preparar esos proyectos, la música fue totalmente terapéutica y la posibilidad con Guillermo de poder hablar de música y no de la enfermedad era fundamental para cargar fuerzas. La música flotaba en el ambiente, no como concepto musical sino como ilusión.

C.S. – Guillermo. ¿En qué servicio y Hospital desempeñas tu labor?

G.M. – Servicio de Hematología, Unidad de Trasplantes de Médula Ósea del Hospital Universitario y P. de la Fe de Valencia.  

C.S. – Una cosa es la Musicoterapia, pero en este caso esto va más allá. ¿Es posible la curación?

G.M. – Desde el punto de vista personal tengo que decir una cosa, todos los días cuando llegaba a casa, lo único que me podía quitar toda la angustia y el estrés del día (son situaciones muy duras) era sentarme en casa con el equipo de música adorado y dejarme llevar, en ese sentido, creo firmemente porque lo experimento en mí, que la música tiene propiedades reparadoras para el espíritu.

G.S. – Siempre he dicho que las enfermedades las curan los médicos. El doctor Jarque me dijo: Hay que ser positivo y fuerte de mente. La música modifica tu alma, tu estado de ánimo y te da ilusión, te da ganas de vivir. A parte de los médicos tenía a mi mujer, a mi hijo y a la música. Mi mujer es un todo terreno y yo estaba cogida a ella como cuando un niño nace y se coge a su madre. Yo me dejé llevar por lo médicos y por ella. A partir de la enfermedad he cambiado muchas cosas y creo que lo que es importante, es un estado mental positivo, ayuda a afrontar muchas cosas. Me decían: te curarás de esto pero terminarás mal de la cabeza (risas).

C.S. – ¿Por qué?

G.S. – Porque yo era muy negativo, todo lo llevaba al terreno negativo y en ese aspecto la música tiene mucha importancia. La función que tenemos es tan importante como hacer que durante una hora de un concierto, la gente se pueda sentir bien y pueda olvidar los verdaderos problemas.
 
C.S. – Usted tiene la carrera de doctor y no de psicólogo, pero lo que observo es que ha tratado a Gaspar no solo como doctor sino como un psicólogo porque ha sabido conectar con el paciente. Gracias al amor que siente por la música atrajo la atención de su paciente. Si me permite, un apartado muy importante es saber conectar con el paciente y eso lamentablemente, muchas veces no sucede.

G.M. – Tenemos, ahora, una medicina muy tecnificada, grandes resultados terapéuticos, fármacos sobresalientes pero donde más fallamos, probablemente, los médicos es en la comunicación. Muchas veces por el tiempo o por las circunstancias. Los residentes, cuando vienen a la sala, vienen preparados psicológicamente porque saben lo que les espera, van a estar un año entero en la sala viviendo situaciones muy límites. La propia impotencia y la lucha constante ante la muerte, que es la presencia permanente; y les digo: Esto no los vais a aprender en los libros, lo vais a aprender aquí, en el día a día; es importantísimo, es casi casi tan importante como la quimioterapia o los antibióticos. Gaspar lleva kilos de antibióticos en su cuerpo.

C.S.- ¿Qué quieres transmitir a los lectores? Muchos no solo amamos la música, sino la literatura, el cine, el teatro…

G.S. – Hay dos vidas, la física y la espiritual, la física la curan los médicos, pero cuando tú terminas el tratamiento tienes que seguir y no volver hacia atrás y ahí es donde te salva la música, la literatura, el teatro, el cine, etc pero sobre todo el cariño, la familia, los amigos, es que no he encontrado nada negativo en el camino. Cuando entraba Guillermo en la habitación, cualquier médico o enfermera, su actitud, a mí, me iluminaba, te hacían confiar, te hacían creer y eso es más importante. Yo siempre preguntaba ¿Me voy a morir? Y cuando Guillermo decía: No, yo decía: Vale.

G.M. – No sé cómo pude decir que no te ibas a morir. ¡Todos nos vamos a morir!

G.S. – Y yo le preguntaba: ¿Me voy a curar? Y él me contestaba: sí, te vas a curar. ¡Cómo te lo dicen es fundamental! La esperanza está ahí, la medicina ha avanzado mucho. Nos vamos a morir de todas las formas, seguro, y eso es lo que tenemos que empezar a cambiar todos. Lo importante es disfrutar lo máximo de la música, de la amistad, del cariño de tu mujer, de tu hijo, de una cena, de un ratito aquí tomando café, porque eso es lo único que cuando acabes tus días, el segundo antes de cerrar los ojos digas: Esto ha valido la pena porque si no estamos perdidos. Yo posiblemente estaba perdido, llegué a este punto porque posiblemente me perdí en el trabajo, en el estrés, en la ansiedad, en hacer mil cosas, en no preocuparme por las cosas pequeñas y todo eso al final…

C.S. – ¿Pasa factura?

G.S. – Yo creo que sí, la música no entra en vena y te quita la enfermedad pero en lo espiritual sí te ayuda.

C.S. – ¿Cuándo surge la Orquesta Ensemble Musicae y qué función tiene?

G.S. – La orquesta surge antes de todo esto, la Orquesta Ensemble Musicae la formamos en el 2010, luego vino Carolina Bellver para darle sentido y forma. La orquesta nació con una función social: Que la música llegue a quien la necesita y no en Navidad precisamente. La dureza de una enfermedad está durante todo el año y hemos querido que dos o tres actuaciones anuales con pequeños formatos puedan ir por las plantas y les pueda llegar la alegría y la emoción, que pueda transmitir la música, llegando siempre al paciente. Montar una orquesta es complejo y el aspecto social siempre estaba “en el aire”, pero cuando pasa lo de mi enfermedad es cuando la idea cogió fuerza y con Carolina ya le dimos forma urgente y prioritaria. Carolina siempre tiene esa chispa que contagia, siempre está en positivo.

C.S. – ¿Qué piezas vais a tocar?

G.S. – Piezas conocidas.

C.S. – ¿Qué público lo va a escuchar?

G.S. – Familiares, enfermos, médicos… Desconectar escuchando un chelo… imagino que si podemos unir, en un momento dado, en un lugar de la planta, a enfermos y médicos, a lo mejor, también se creará más conexión entre ellos.

G.M – Lo que importa es llevar la música allí. Mi pensamiento es científico pero yo no concibo la vida sin la música.

G.S. – En teorías taoístas y budistas dicen: Da una sonrisa que te devuelven mil. Nos empeñamos en competir en vez de disfrutar con lo que sea, para mí con la música, con la cultura en general, y aprovechamos para decirlo que en este país hay muchos que se empeñan en destrozarla y poner, cada vez, más dificultades para que la cultura salga adelante, y sí que quiero que salga, porque también es parte de culpa que a lo mejor esta posibilidad de tener algo a lo que aferrarse no esté en vigencia, hoy en día, en España. Todos aquellos que se empeñan en subir el IVA de la cultura, no darle paso a la cultura, no considerarla, la cultura, la educación, incluso el sistema sanitario y eso es básico para un país, para una persona.

Foto realizada por J. Félix Gimeno, foto realizada por Vicent Bori Rodilla y foto cedidas el doctor Guillermo Martín.
Más información sobre turismo, ocio, cultura y gastronomía en http://www.viuvalencia.com/

 

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