Vino Blanco irrumpe en el panorama gastronómico de Valencia

Vino Blanco abrió ayer sus puertas de manera oficial, aunque como es bien sabido, ya lleva en funcionamiento un mes, con propuestas interesantes como el tardeo que realiza cada miércoles de la mano de diferentes bodegas que despliegan sus encantos ante los que tras una dura jornada de trabajo quieren despejarse tomando algo en un ambiente distendido y cálido.
El proyecto de este restaurante ubicado en la Gran Via viene avalado por el cocinero Juan Casamayor, que ya ha impulsado otros tantos negocios de restauración en la ciudad de Valencia; de hecho, un nuevo local ubicado en la plaza de la Reina, que está apunto de abrir, también nace bajo su tutela.
Vino Blanco, que ocupa el antiguo local de Dibú, hereda de éste su bodega, pero la dota de una personalidad propia hasta el punto que se convierte en protagonista, y no en vano el eslogan bajo el que se enmarca este nuevo restaurante "food&wine" ya es toda una declaración de intenciones.
El ladrillo de este edificio modernista ha surgido a la luz y enmarcan una sala moderna con suelos de madera, mesas de nogal americano, sillas en estilo post-modernista, muebles y ventiladores orgánicos diseñados ad hoc, así como una iluminación cálida con un punto escénico distinguen dos zonas: barra y restaurante. El proyecto lo firma el arquitecto portugués Nuno Rodrigues y su equipo de Metrobox & Co.
La tapa en barra se combina con el restaurante, pero el paso de una a otra no supone una ruptura, sino todo lo contrario, es un paso necesario para conocer a fondo las posibilidades que ofrece el local.
Vinoblanco es un proyecto de Gastronomía Saludable, S.L empresa valenciana que ya posee otros proyectos gastronómicos de éxito como Vinotinto, situado en la Calle San Vicente, 44 de Valencia, dirigido por el Chef Javier van Gemert.
La carta de restaurante agrupa diferentes propuestas para el mediodía y la noche, con una cocina trabajada con actualidad, pero sin dejar de lado la tradición. Entrantes para abrir boca como una coca de sardina ahumada o una ensaladilla, dan paso a platos para compartir como croquetas cremosas, ceviches, tortillas de bacalao, steak tartar y hasta un "Hueso de Mammut". No faltan las ensaladas donde el protagonista es el producto como el salmón, el pulpo o el pato laqueado, que dan paso a platos principales como carnes, pescados y moluscos a la brasa. Y es que, combinada con las técnicas de cocina más vanguardistas, Vinoblanco ha apostado por introducir la brasa de carbón de encina para jugar con aromas y sabores ahumados.
Y cómo no, los arroces también tienen su protagonismo en la propuesta de Vinoblanco, secos y melosos según mercado y temporada, manteniendo siempre en carta los habituales. Postres como la torrija de cazalla y limón o los canutillos de queso idiazábal con mermelada de manzana y jengibre son el punto y aparte en comidas y cenas. El punto final viene de la mano de una considerable propuesta de vinos dulces, cavas, cócteles, ginebras, rones, whiskys, cognacs y vodkas para la sobremesa.
Vinoblanco es un proyecto de Gastronomía Saludable, S.L empresa valenciana que ya posee otros proyectos gastronómicos de éxito como Vinotinto, situado en la Calle San Vicente, 44 de Valencia, dirigido por el Chef Javier van Gemert.
En definitiva, una nueva apuesta de empresarios valencianos, basada en la gastronomía asequible, de calidad.