Patricia Iranzo: "Realmente somos lo que transmitimos o lo que dejamos salir fuera, y eso es lo que intento yo con los retratos, entrar dentro"
Viu Valencia ha tenido el placer de entrevistar a Patricia Iranzo en su estudio situado en el centro de Valencia, un estudio en el que, desde que entras hasta que sales disfrutas del arte en su más pura esencia, no sabes hacia dónde mirar porque cada rincón tiene un cuadro, un retrato que llama tu atención; desde el gran ventanal, por el que entra un manantial de sol impresionante, se ven unas vistas especiales de la Lonja que te hacen sentir en otro mundo.
Patricia Iranzo nació en Valencia, se licenció en Periodismo y después de trabajar en los principales medios de comunicación de la Comunidad Valenciana decidió dedicarse por completo a la pintura. Estudió pintura, fotografía, Bellas Artes en la UPV, tiene másteres en psicoanálisis y fotografía, ha vivido varios años en Nueva York donde ha hecho exposiciones y ha abierto estudios en Brooklyn.
- Estudiaste Periodismo y llegaste a trabajar como periodista, ¿y de repente, Bellas Artes, pintura...?
No, tan de repente no, realmente yo a los 18 años no tenía ni idea de lo que quería hacer. Me metí en periodismo porque tenía algún familiar en periodismo y porque tenía el ideal ese romántico del periodista en busca de la noticia, y me gusta escribir y leer...,pero luego, la práctica del periodismo real, ruedas de prensa, publicar noticias, no me satisfacía. Entonces como pintar ha sido siempre tan normal para mi, que pinto desde siempre y para mi, era tan normal como respirar..., rechacé mi última beca de periodista. Ese día que me acuerdo que era febrero, salí a la calle, iba andando como recuperando un poco la libertad..., y pensé ahora me voy a ir a Bellas Artes y voy a aprender técnicas y voy a pintar.
- ¿Bellas Artes, fotografía y psicología?
Yo creo que está todo muy relacionado, es una búsqueda, ¿un retrato qué es?, ¿qué hay detrás?, siempre he tenido un poco la idea de que la vida es como una película y en el fondo, no nos enteramos de la película; de hecho, estamos viendo como una especie de película pero pasan más cosas, y de ahí, toda esa investigación con la psicología, me interesa el retrato, me interesan las personas y siempre cuando he tenido una persona delante, mi pregunta ha sido ¿qué hay aquí?. Porque yo veo que tú eres tú, eres tu pelo, eres tu cara, eres como te peinas, tu forma de estar, de sentarte pero hay mucho mas detrás que se refleja en esa superficie y eso es como una fuente de investigación inagotable porque cada uno es un mundo. Realmente somos lo que transmitimos o lo que dejamos salir fuera, y eso es lo que intento yo con los retratos, entrar dentro.
La persona que tienes delante siempre es un reflejo de ti aquí y ahora, en este momento, si tú tienes el día cruzado, te vas a encontrar con un montón de gente que tiene el día cruzado; si tienes un día de esos maravillosos, te vas a encontrar con un montón de gente en esa sintonía. Yo después de muchos años, me he dado cuenta que todo es como un espejo tuyo, y lo que tu proyectas, eso que no eres capaz de ver, eres tú la que lo recoges.
- En tus retratos intentas captar lo que hay dentro de las personas, ¿cómo te definirías tú?
Uuuuufffffffff, (risas) eso eres tú la periodista....,(risas) ni idea, yo me he hecho algún retrato..., es muy difícil, (risas) para mí una definición es poner límites, yo soy de la opinión de que somos "todo", pero nos ponemos demasiados limites, desde que somos adolescentes estamos definiéndonos y eso en el fondo nos está empequeñeciendo. Nos cabe todo, si no metemos el juicio, somos personas alegres, somos personas tristes..., dependiendo del momento y de las circunstancias, soy cualquier cosa, pero igual que cada persona..., lo de definirse en el fondo es ponerse limites y no me gusta, hay mucho mas.
- Tienes una conexión especial con Nueva York, has estado viviendo allí, has expuesto tu obra..., ¿qué te une a esa ciudad?
Realmente, no tengo ni idea, todas estas cosas son inconscientemente. Yo siempre había tenido la idea de irme allí, bastante tiempo antes de que ocurriera y poco a poco se fueron dando las circunstancias de una forma muy fácil para que fuera. Un día cuando yo tenía el estudio en la calle Trinitarios hace muchos años, entraron unos turistas coreanos, estuvieron viendo los cuadros, las fotos, preguntándome cosas y yo les pregunté, bueno, "¿y vosotros de donde sois?", todo esto en inglés claro, y me dijeron, "pues nosotros somos de Nueva York". Uno de ellos que estaba más metido en el mundo del arte, me estuvo contando que había una zona de Brooklyn que estaba toda llena de estudios de artistas y me dijo "tu allí tendrías muchas posibilidades" y con esa soltura de los americanos, me escribió su nombre y su número de teléfono donde le pilló bien, y me preguntó "¿cuándo vas a venir?" y entonces fue cuando yo dije dentro de mí, "claro, ¿por qué no?, yo puedo ir a Nueva York". Ahí empezó un proceso mental mío, en ese momento no podía ir por circunstancias personales, pero dos años después, me fui y cuando llegué lo llame y le dije "ya estoy aquí"; a la semana me llamó y me dejó un loft impresionante donde pintar durante un mes a cambio de nada. Realmente las cosas son así, son como tú quieres que sean, si quieres hacer algo, al final lo vas a hacer, sea lo que sea. Si no nos bombardeamos con miedos..., porque en el fondo, la zancadilla nos la ponemos nosotros, ni la crisis, ni el gobierno..., que todo tiene lo suyo, pero en la medida que nos creemos lo que nos venden, ya estamos predispuestos a ganar menos dinero, quedarme sin trabajo, aceptar lo que sea porque estamos en crisis..., y la cuestión es, ¿vas a ser cómplice de eso?, claro la moneda de cambio es el miedo, pero es más nuestro, que de la realidad.
- En tu obra, tanto en fotografía como en pintura, retratos, ¿por qué solo retratos?
Hay tanta gente, tantas personas diferentes, que el campo de trabajo es amplio, allá donde vayas te vas a encontrar con gente, con lo cual, no se acaba nunca. No se acaba en cuanto a cantidad de personas que puedes retratar, como en el interés que a mí me genera una persona. Es una serie de capas, como decía Richard Avedon, que es un fotógrafo que a mí me gusta bastante, llegas detrás de la superficie pero trabajando con la superficie. Yo capto la superficie, pero trabajando con esta superficie llego mas dentro, a la psique de la persona y eso es un campo de trabajo amplísimo y que no se acaba nunca.
- ¿Cuando pintas a una persona, previamente, pasas tiempo con ella?
Generalmente, cuando pinto a una persona, siempre antes, le hago yo una sesión de fotos, es una escusa para llevarla donde yo quiero que esté. Todos estamos desconectados de nosotros mismos, cuando vienen a la sesión de fotos están pensando, que si habré aparcado mal el coche, si tienen que ir a hacer la compra, el niño que esta medio malo...etc. A mí no me interesa hacerle una foto a una persona que no está aquí, entonces cojo los siento y la mayoría de las veces les hago de que vuelvan a la infancia para conectar a la persona consigo misma, como en "El Proceso", porque en un lapso de 5 ó 10 minutos tienes a la persona en contacto con lo más genuino.
- Retratos, pero ¿no son retratos normales?
Me encanta esta pregunta, el retrato es un género muy maltratado, en el sentido de que es como un encargo egoico de alguien que quiere verse ahí en una pared, pero en realidad, el retrato no es eso, es muchas más cosas. Yo me voy un poco a los retratos de Lucian Freud, que era nieto de Sigmund Freud, que son retratos que van más allá de la superficie. O Francesco Clemente, pintor italiano, que también hace muchos retratos y que ahonda mucho, y lo consigue con unos cuantos trazos. Mi curiosidad con el retrato, es buscar la verdad, con v mayúscula, de la persona, y a la que no se le pueden poner palabras porque es una información como inconsciente y creo que esa verdad, sale a través del retrato.
- Hace poco más de un año hiciste un video "El Proceso", ¿cómo se te ocurre hacer ese video y a quién va dirigido?
Se me ocurre porque me doy cuenta de que paso muchas horas en el estudio sola y después de mi proceso de trabajo de todos los días, sale un producto que son los cuadros, que se venden y eso está muy bien..., pero, el proceso, en sí, que es lo más interesante, eso solo lo veo yo y no lo puedo compartir con nadie. Y se me ocurre que me encantaría que lo pudieran ver otras personas, compartirlo, porque es como la sal de la vida, lo más importante.
- Como fotógrafa, ¿qué opinas de los selfies?
(Risas) Es una moda más, es como un intento muy del adolescente que está definiéndose, quiere verse y quiere mostrase a los demás. El selfie es una forma de mostrase a los demás desde la experimentación con uno mismo.
- Cuéntanos tus próximos proyectos, que parece que vuelves a Nueva York una vez más
Pues sí, para septiembre, me voy a trabajar en un proyecto nuevo que se llama "Mannahatta Portraits" y tiene una historia que viene de hace unos 10 años, cuando viajé la primera vez a Nueva York. Cuando yo estoy pintando en el loft que me dejó este señor, hago una sesión de retratos de gente que no existe, generalmente utilizas un modelo, una foto, pues esta vez no, me ponía a pintar a gente y abierta a lo que saliera, una cara, unos ojos, expresiones, lo iba transformando hasta que veía que ya lo quería dejar como estaba. Volví a España y la gente me hablaba de los retratos de los indios, que eran esos cuadros que yo había colgado en mi página de internet, y pensé, bueno eso es la influencia de cruzarte con tanta gente diferente por la calle, en el metro de Nueva York..., y no le di más importancia. En el 2006 hago una exposición en Pensilvania, y pongo varios de esos cuadros, y viene un chica y me dice "que bien que por fin alguien se haya dedicado a retratar a los antiguos indígenas del país", y tampoco le di mayor importancia. Cuando vuelvo a Nueva York sale un libro, que se convierte en un best seller, que se llama "Mannahatta" que es el nombre con que los indios llamaban a Manhattan y que realmente, estaba poblado por indios y era una isla de una vegetación exuberante, en medio de dos ríos, donde vivían; y me dije, pues va a ser que hay alguna conexión, sin saber por qué, y que me hizo conectarme con que ahí podía haber un proyecto. Y lo que voy a hacer es ir, buscar a los descendientes de los primeros pobladores, que es mucho mas común de lo que pensamos, y buscar más allá, porque cuando retratas a una persona, también retratas a su madre, a su padre, abuelo, abuela..., la persona es como un triangulo donde están reflejadas un montón de generaciones. Es un proyecto de investigación y vamos a ver que sale, va a ser retratos, también se va a hacer un video, dibujo..., va a ser muy visual.
- Háblanos de las series de fotografías "underwater", ¿qué pretendías?
No pretendía nada, yo quería hacer fotos bajo el agua. Una cosa muy importante, es que hay dos formas de trabajar en general, dentro del mundo del arte. Una es la forma europea, que a ti se te ocurre una idea, y haces un trabajo acorde con esa idea que se te ha ocurrido, la desarrollas, primero es la idea, y después el trabajo; y la otra forma, es la americana, y es que yo voy haciendo, voy trabajando en lo que me llama la atención, lo que me divierte, es una forma mucho más pasional, más inconsciente porque te dejas llevar a ver que surge y de esos resultados, sacas conclusiones; y así es como trabajo yo.
Yo tenía un interés muy grande en sacar fotografías bajo el agua, sobre todo, por curiosidad y luego empecé a ver que debajo del agua tienes una información diferente a la que tienes fuera del agua. La gente se mueve de una forma diferente, es como mirar a las personas con una lupa porque no está en su entorno y hace cosas distintas pero, al mismo tiempo, es más ella que nunca porque también está experimentando, está mostrando cosas que fuera del agua son imposibles.
