La tienda más antigua de Valencia abierta desde 1886 ha cerrado sus puertas

Guantes Piqueras o Piqueras Guantería como aún reza el nombre impreso en el toldo de su fachada ya es historia de Valencia. Nada más lejos de sonar pretenciosa dicha afirmación, resistir 132 años es algo que pocas empresas y sobre todo pequeños comercios pueden presumir.
Lo ha hecho recientemente, antes de que empiece el alboroto fallero en el centro de la ciudad. Guantes Piqueras estaba situado en plena Plaza de la Reina, a los pies de la Catedral y del café L´Abadía. Una guantería familiar gestionada generación tras generación desde que fuera fundada en el año 1886, donde llegó Antonia Mulas con 13 años, pasando a regentarlo cuando falleció su fundador en 1949.
Dedicado a la venta de guantes y abanicos varios han sido los factores que han influenciado en el cierre de este local que ya es historia de la ciudad. La falta de relevo generacional, los locales para turistas que cada vez más acechan el centro de Valencia, la adaptación de un producto veterano y de excelencia en pleno siglo XXI dominado por las redes sociales y el concepto low cost… han empujado al cierre del negocio.
La Manota, una gran mano de madera, fue el emblema de la tienda hasta que en el año 1991 fue robada y, posteriormente, reemplazada por una réplica que años después corrió la misma suerte que su predecesora. Ha estado más de 100 años colgada en la fachada. Estaba tallada toda en 1 tronco de madera.
Era un local pequeño de 30 m2 sumando tienda y almacén, con antiquísimos expositores con cajas de madera. Y donde la venta de guantes y abanicos eran las grandes protagonistas. En 1896 obtuvo una distinción especial por la Cámara de Comercio como Comercio Centenario y en 2013, fue declarado como Comercio Emblemático.
Margarita y Pilar Piqueras, hijas de Antonia, regentaban esta tienda desde hacía ya algunas décadas, “Cuando veníamos del colegio merendábamos en la parte trasera y ya nos encantaba nuestro negocio“, comentaban. Hoy la tienda permanece ya oscura y en silencio, habiendo sido testigo de varias guerras, muchos gobiernos y de la transformación de la ciudad. Dentro de nada, dicho local será alquilado pero ya nada será igual. El antiguo comercio languidece en Valencia.