Joan Miró se estrena en el IVAM: Orden y Desorden
Esta primavera podemos disfrutar en nuestra ciudad una exposición de Joan Miro que abarca la obra del artista desde sus inicios hasta el Miró más maduro, que incluye todas las disciplinas en las que se involucró y muchos de los materiales con los que un artista puede expresar. Un Joan Miró completo y multidisciplinar de referencia y relevante en el siglo XX que sobrepasa el ámbito nacional y europeo sobradamente.
Con un planeamiento lineal en el tiempo y agrupando las obras por ámbitos artísticos, el comisario de la exposición Joan Maria Minguet Batllori, Doctor en Historia del Arte y profesor de la Universitat Autónoma de Barcelona, nos presenta a los Miro que la evolución del artista ha provocado, evitando la configuración de un mausoleo y dando a la presentación una imagen dinámica que no respeta alguno de los cánones que rigen en museos clásicos y se sirve de medios audiovisuales para presentar la obra Joan Miro. Una ocasión única para disfrutar de muchas obras de colecciones privadas
En la primera sala podemos ver un Miro joven muy influenciado por los pintores europeos del siglo XIX; el artista se esta formando y es una esponja de todo lo estudiado y visto. Es un pintor ordenado, que llena sus lienzos y que se ajusta a las normas del arte del momento.
Avanzando por la exposición empiezan a asomar las figuras que han trascendido asociadas a este autor, unos dibujos mas fáciles y sencillos que no simples y perfectamente reconocible por su alfabeto. Podemos ver un artista más radical y menos popular.
En la tercera sala están expuestas las obras que vinculan al autor con las artes escénicas y otras disciplinas, y podemos ver trabajos para el mundo del circo y del teatro, apoyados con algún soporte audiovisual. Además podemos ver obras en las que el autor trabaja tanto el lienzo como la ausencia de este, haciendo desaparecer la tela, con cortes o sirviéndose del fuego, algo que en 1949 debió se impactante.
En 1974 Paris organizo una exposición antológica en el Grand Palais y hoy podemos ver en el IVAM algunos de los cuadros que allí se expusieron presentados en la sala de la misma forma que Miro decidió en su momento.
La sala final expone muchas piezas cerámicas y el boceto de algún mural para decorar edificios, carpetas de discos y libros.
Pero el remate fila es la pared contraportada de la exposición, una colección de carteles que juntos trasmiten la sensación de gran grafiti, a lo que contribuye la abundancia de trazos negros gruesos, tan abundantes en el final de su obra.
Conocer la obra de Joan Miro es imprescindible para entender el arte del siglo XX y poder tener una visión global del arte contemporáneo. Y el Ivam nos ofrece hasta el 15 de junio una oportunidad excepcional para lograrlo.
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