La Cavalgada del Convit vuelve a llenar Valencia de color, tradición y sentimiento

La ciudad de Valencia celebra este domingo una de sus manifestaciones culturales más señaladas: la Cavalgada del Convit, acto central de las celebraciones del Corpus Christi en la ciudad, y acto declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial en el año 2010. Esta festividad, con más de cinco siglos de historia, convierte el centro histórico de la ciudad en un vibrante escenario de tradición, danzas, figuras simbólicas y dramatizaciones religiosas.

Para los más madrugadores todo comenzará a partir de las 10:00 horas, desde la Casa de las Rocas, cuando comience el traslado de los cuatro gigantes. Estas figuras, que datan de 1588 y representan a los cuatro continentes conocidos en aquella época (Europa, Asia, África y América), se desplazarán hasta la plaza de la Virgen, donde quedarán expuestos frente a la puerta de los Apóstoles. Pero la cabalgata propiamente dicha, no dará inicio hasta las 12:00 horas. El desfile recorrerá el habitual itinerario que parte de la plaza de Manises y pasa por el Palacio de la Generalitat, la plaza de la Virgen, la calle del Micalet, la plaza de la Reina, y continúa por las calles Cabillers, Avellanas y Palau.

La Cavalgada del Convit está presidida por el  llamado 'capellán de las rocas', que a lomos de su caballo invita al pueblo y autoridades a asistir a la solemne procesión. El desfile recrea elementos tradicionales de la festividad como los reyes de armas, los heraldos, la Senyera, los cabezudos, y un largo séquito de personajes que danzan y dramatizan pasajes bíblicos.

Entre los grupos participantes, destacan las actuaciones de la Associació de Músics i Balladors de les Danses del Corpus, junto al alumnado de los colegios Santísima Trinidad y Virgen del Pilar, y agrupaciones como Russafa-fa, Valçaina, Els Bessons y Tio Vaina, con el apoyo de la Federación de Folklore de la Comunidad Valenciana.

Especial mención merece la presencia de las danzas tradicionales como la Moma, que escenifica la lucha de la virtud contra los siete pecados capitales; els Cavallets, que simbolizan la adoración de los infieles al Santísimo; o la dansa de les vetes y els arquets, bailes populares que reflejan la alegría del pueblo llano ante la festividad.

Varios misterios religiosos también fueron representados durante el desfile, como el Misteri d'Adam i Eva, el de Sant Cristòfol i els pelegrins, o el del rei Herodes, también conocido como la Degolla, donde soldados romanos reparten caramelos mientras simulan la orden de degollar a los inocentes.

La Cavalgada del Convit tiene constancia documental desde 1516, aunque fue interrumpida en el siglo XX hasta su recuperación en 1976, seguida de la reintegración de las danzas y misterios al año siguiente. Su continuidad demuestra el arraigo de esta celebración en la identidad valenciana.