José Luis Vila: «La luz es la pintura del fotógrafo»

José Luis Vila Castañer (València, 1939) se dedicó desde muy joven a la gerencia y dirección de varias empresas punteras de carácter nacional. Al jubilarse, comenzó a dedicarse de manera plena a sus grandes aficiones: el cultivo de la amistad y la creación de belleza.

Parte de sus inclinaciones artísticas las vierte en la marquetería, donde ha demostrado sus mayores destrezas en el modelismo naval. Pero su pasión más reconocida, de vocación autodidacta, es la fotografía, por la que fue premiado en uno de los certámenes que organiza el Ateneo Mercantil, entidad en la que también ha expuesto sus trabajos.

Sus fotografías han formado parte de exposiciones en el Auditorio Municipal Salvador Seguí de Massanassa, en el Hogar Manchego de València o en la Casa de Andalucía en Mislata, entre otros. Entre sus motivos fotográficos más emblemáticos se encuentra la ciudad de València, sus costumbres, calles y monumentos, pero también la natura i les campanes d'alguns campanars, lo que le ha llevado a presentar, recientemente, un libro donde todo esto se combina con poemas de autores valencianos.

-Pues soy un tipo muy sencillo, amigo de sus amigos, que mira siempre a los ojos.

-Pues puede que sea porque cuando tenía 18 años cayó en mis manos una modestísima cámara con la que impresioné un carrete de 36 fotografías y cuando fui a recoger el revelado, a Cine Foto González, me dijo el dueño: «Si estas fotos las has hecho tú, aquí tenemos un fotógrafo».

-Pues intento jugar con la luz, ya que es la pintura del fotógrafo.

-Cuando veo algo que me hace sentir que hay una fotografía, intento elaborar una composición que quede armónica.

-Esa fue una de las primeras, pero concretamente en esa se me animó a seguir, ya que fue muy visitada y comentada.

-No soy fotógrafo oficial, pero como me gusta ese tipo de eventos pues, de paso, hago fotografías que sirven para dar cobertura al acto, los interesados lo agradecen y yo aprendo mucho.

-Ese libro se empezó a gestar hace varios años, en el que los componentes del club El limonero de Homero, en agradecimiento a mi colaboración desinteresada en casi todos sus actos, decidieron crear un poemario donde una selección de mis fotografías, elegidas por ellos, serían complementadas con poemas de su autoría.

-Sí, de perspectiva. Hay una fotografía en ese libro en la que quise, además de crear la fotografía, dar una explicación breve sobre el lugar o sobre el personaje al que hacía referencia el rótulo de la calle en cuestión.

-Mi forma de vida no ha tenido nada que ver con el arte, ya que siempre estuve dedicado a la dirección de empresas, en plural, porque fue en dos empresas donde trabajé durante 50 años, como director de fábrica y de producción. Pero sí, es verdad que se me da muy bien hacer manualidades con marquetería y maquetas de barcos.

-Satisfacción al crear imágenes que, por lo visto, gustan, y eso te anima a seguir.

-Sí, así me veía el bueno de Antonio, que en paz descanse, pues es un halago que me gusta, pero, para poeta, él.

-Consciente del paso del tiempo, no hago grandes planes, pero estoy abierto y dispuesto a afrontar con ilusión cualquier proyecto que surja.