Este el único pueblo amurallado de la Comunidad Valenciana
Desde tiempos inmemoriales, incluso Valencia estaba rodeada de murallas como elemento de protección frente a los ataques y las invasiones. No era esta una excepción. Pueblos y ciudades, levantan murallas para evitar la entrada de forasteros que podrían poner en jaque la paz y la tranquilidad de sus habitantes. Sin embargo la lógica extensión de las ciudades hizo que muchas de estas murallas -por no decir casi todas- se destruyeran, borrando así un elemento de la historia irremplazable e irrecuperable. Sobre esto se han escrito infinidad de teorías: ¿habría sido posible el crecimiento de ciudades como Valencia conservando sus murallas? ¿no existen los ingenieros para incluir este tipo de elementos en los trabajos de remodelación urbanística?
Sin embargo, en la Comunidad Valenciana aún existe un pueblo único rodeado de bellas murallas. Se trata de Mascarell, en Castellón. Cuenta según el Instituto Nacional de Estadística con tan solo 208 vecinos y se encuentra en la comarca de la Plana Baja. Mascarell era un pueblo independiente hasta que pasó a ser pedanía de Nules a finales del siglo XIX aunque aún hoy en día conserva su esencia y personalidad propia y son muchos los que reclaman de nuevo volver a ser una entidad independiente. Y es que Mascarell es a día de hoy una villa amurallada situada en un paraje natural envidiable que nos transporta ipso facto a la época medieval donde las murallas cerraban por la noche para evitar la entrada de gente ajena al pueblo. Mascarell parece de otro tiempo.
Hace ya más de 20 años, fue declarado Bien de Interés Cultural y no es para menos. Se encuentra a menos de 1 kilómetro de Nules y su origen como municipio está ligado a la expulsión de los musulmanes de la vecina población de Burriana. De hecho el primer documento que se tiene del poblado es de 1310. La construcción de sus murallas datan en las crónicas históricas del 13 de diciembre de 1553. Antiguamente éstas estaban rodeadas por un foso de protección, en la actualidad es una acequia de riego. Años más tarde, con la expulsión de los moriscos, Mascarell quedó prácticamente despoblada, y no volvió a contar con suficientes vecinos hasta al menos el siglo XVIII.
Entre los máximos atractivos de esta pedanía de Nules, encontramos también su casa consistorial de finales del s. XVIII, así como su iglesia parroquial de finales del XVII. Su muralla es de tapial sin almenar y está fabricada en cal, tierra y ladrillo, y en el centro de cada lado dispone de una torre. Tiene dos puertas de acceso, que cuentan como dos entradas a la pedanía en los lados este y oeste y la planta de la villa es prácticamente cuadrangular. Mascarell celebra sus fiestas a finales de agosto y una feria medieval desde hace una década a la que acuden más de 50.000 visitantes.